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Día internacional de la paz 2020: Luchar contra el coronavirus sin guerras

Por: María Palau. Foto de portada: Alberto Pla

No hay dudas sobre cuál será el término galardonado con el premio a palabra del año 2020: coronavirus. Un virus, en sus inicios comparado con “una simple gripe”, nos ha demostrado, por si todavía no estaba claro, que aquello que ocurre en una parte del mundo tiene sus repercusiones en cualquier lugar del planeta. “Este año, ha sido más claro que nunca que no somos enemigos el uno del otro”, advierten desde Naciones Unidas. Nuestro enemigo es común.

Así pues, el lema de este 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz, apunta hacia un horizonte compartido en el que luchemos unidos por vencer a la covid-19: “Forjando la paz juntos”. Con el objetivo de convertir nuestro planeta en un lugar mejor, desde la ONU pretenden fomentar el diálogo, la reflexión y el intercambio de ideas sobre cómo acabar con un virus que ha conseguido paralizar nuestras vidas, amenazar nuestra salud y hacer peligrar los cimientos de un estilo de vida aparentemente sólido. Pero, en esta lucha no nos enfrentamos únicamente a un virus, los intentos de utilizar este para promover la discriminación o el odio también deben ser eliminados.

Para hacer frente a la “verdadera lucha”, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió un alto al fuego mundial; instó a las partes beligerantes en los diferentes conflictos a soltar las armas y centrarse en la batalla contra el virus. “La mejor respuesta es aquella que es proporcional a las amenazas inmediatas, al mismo tiempo que protege los derechos humanos y el estado de derecho”, defendía; “la covid-19 es un claro recordatorio de la necesidad de cooperación a través de las fronteras, los sectores y las generaciones”.

La pandemia coincide con el 75º aniversario de las Naciones Unidas. En su conmemoración la ONU ha elaborado una encuesta para preguntar a la población mundial sobre sus opiniones acerca de la construcción de un futuro pacífico y próspero. “Todo lo que hagamos durante y después de esta crisis debe enfocarse en la construcción de economías y sociedades más equitativas, inclusivas y sostenibles, más resilientes a las pandemias, al cambio climático y a los muchos otros desafíos globales que enfrentamos”, afirman.

La paz en las redes sociales

Desde hace algunos días, Twitter se ha llenado de mensajes por el #DíaInternacionaldelaPaz. Han sido muchas las personas y asociaciones que han querido compartir unas palabras de ánimo contra aquellos que sufren las consecuencias de la covid-19, señalar la necesidad de acabar con los conflictos armados y la violencia o presentar algunas de las actividades gratuitas, desde webinars, debates, foros o incluso conciertos, organizadas durante este 21 de septiembre.

La Misión de Verificación de la ONU en Colombia ha lanzado su propio hashtag para la conmemoración de esta jornada. Bajo la etiqueta #100MensajesDePaz nos animan a contarles qué significa para nosotros la paz. “Queremos inspirar en el país esfuerzos de parte de todos los actores para poner fin a la violencia. Es momento de recordarle al mundo que este país es un ejemplo de construcción de paz”, explican.

 

Por su parte, el Fondo Europeo para la Paz busca “demostrar la solidaridad y el apoyo político de la UE al proceso de paz de Colombia”. Para ello, llevaron a cabo los programas especiales de “Laboratorios de Paz, entre 2002 y 2012, y “Nuevos Territorios de Paz”, entre 2012 y 2017, para contribuir a la paz y el desarrollo sostenible de los territorios. Este año han lanzado en redes sociales la campaña #MeSumoAlaPaz y #SumoMiVoz. Nos preguntan cómo, por quién o por qué colaboramos en la construcción de paz y nos invitan a “sumar esfuerzos para hacer que la paz sea tendencia”.

Organizaciones por la paz

“La paz es la gran ausente en muchas comunidades y naciones y la tarea más urgente es construirla. Esto es mucho más que silenciar los fusiles. Es promover el desarrollo sostenible y la generación de oportunidades”, argumentan desde la Fundación COMPAZ.  Su trabajo se centra en la generación y desarrollo de capacidades para la paz, la creación de condiciones para el desarrollo incluyente y sostenible y la gestión e intercambio de conocimientos para la construcción de paz. Defienden que la paz va más allá de la ausencia de conflicto y por ello acompañan, fortalecen y mejoran los territorios de aquellas persones que pelean por “cerrar brechas, gestar desarrollo, luchar contra la pobreza, mitigar el cambio climático y educar comunidades”.

La construcción de una cultura de paz y desarrollo sostenible es la meta principal de la Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP). Con su presencia en diversos países de Magreb, África Occidental, el Caribe, Oriente Medio, Centroamérica y Sudamérica, ACPP busca acompañar en los procesos de paz, proteger a las víctimas de los conflictos, promover los derechos humanos, construir la igualdad de todas las personas, defender lo público y lo comunitario y avanzar hacia una transición socioeconómica justa.

Por su parte, Movimiento por la Paz (MPDL) trabaja por el pleno cumplimiento de los derechos humanos, la gobernabilidad democrática, la igualdad y la solidaridad entre las personas y los pueblos. “Somos igualdad y justicia. Somos derechos humanos. Somos cultura de paz”, mantienen.

En plena emergencia por la pandemia de covid-19, lanzaron un mensaje: “la paz no para”. Ellos tampoco se han detenido y, pese a las dificultades propias de la situación actual, el próximo 25 de septiembre celebran la 12º edición del Ciclo de Cine por la Paz respetando todas las medidas de seguridad. “Teniendo en cuenta los momentos que estamos viviendo con la aparición de la covid-19, se hace necesario poner la lente sobre las personas más vulnerabilizadas”; y a través del cine visibilizarán la realidad de los movimientos migratorios, el cambio climático, los derechos de las mujeres, la pobreza o las consecuencias de la violencia estructural.

En femenino

“La paz también es cosa de chicas”, recuerdan desde la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF, por sus siglas en inglés). Aprovechando la conmemoración del Día Internacional de la Paz, han elaborado una guía para institutos para reivindicar el derecho de las mujeres a participar en la construcción de la paz y ser incluidas en los ámbitos de toma de decisiones. Preguntan “qué es el feminismo pacifista, de dónde viene, qué concepto de seguridad y cuidados defiende”; y responden: “es un movimiento político liderado por mujeres que quieren lograr la paz y participar en su construcción”.

La Fundación COMPAZ ha organizado un conversatorio en el que participarán Yolanda Perea (activista política, líder social y defensora de DDHH), Pastora Mira (líder comunitaria del Municipio de San Carlos en Colombia), Liliana Pechené (líder social indígena, activista social y ambiental y ganadora del premio mejores líderes de Colombia 2018) y Juana Alicia Ruiz (representante de la Asociación Mujeres Tejiendo Sueños y Sabores de Mampuján). En el evento, retransmitido este 21 de septiembre, a las 6 pm, hora colombiana (1 am hora española) por Facebook live, las invitadas compartirán sus historias y hablarán de paz y liderazgo por la transformación de Colombia.

Un poco de historia…

La historia del Día Internacional de la Paz comienza en 1981, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas marcó la fecha de inauguración de su periodo de sesiones, el tercer martes de septiembre, como día de conmemoración universal. Dos décadas más tarde, en 2001, la Asamblea General acordó que el 21 de septiembre se celebraría el día de la no violencia y alto al fuego.

Aunque la Declaración Universal de los Derechos Humanos no contempla explícitamente un “derecho a la paz”, su artículo 3 puede interpretarse como el reconocimiento para la libertad, la justicia y la paz universales. “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”, recoge el texto.

Marcha en bicicleta por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) organizada por la Agencia Alberto Pla-Proyectos de Comunicación Social.

En 2015, los estados miembros de las Naciones Unidas establecieron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), orientados hacia la erradicación de la pobreza y el hambre, la lucha contra el cambio climático o por la igualdad de género y la justicia social, el suministro de agua o electricidad y el acceso a la educación de la población mundial. Defienden que el desarrollo social y económico, así como la garantía de los derechos humanos, son indispensables para la construcción de un mundo pacífico e igualitario.

Esta vez sí, el objetivo número 16 se titula: “Paz, justicia e instituciones sólidas”. Los estados que aceptaron estos propósitos se comprometieron a “promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas” y a acabar con los conflictos, la inseguridad, las instituciones débiles y el acceso limitado a la justicia.

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