Por: Gerard Sánchez
Dar de comer es una labor noble y necesaria que, en demasiadas ocasiones, no se reconoce como debería. Es un acto que se puede llevar a cabo desde la intimidad del hogar, para nutrir y deleitar a tu familia, pero también es una profesión y una vocación. Ofrecer comida al prójimo puede ser un acto cotidiano al que no se le presta mayor valor, o puede convertirse en toda una obra de arte. Y, también, cómo no, puede convertirse en un acto de humanidad y solidaridad hacia otras personas. Todo ello lo encarna el chef asturiano José Andrés que, afincado en Estados Unidos desde hace años, lleva a cabo una labor extraordinaria en diferentes países del mundo con su ong World Central Kitchen. Un trabajo y una dedicación que le han hecho obtener ya diferentes premios y reconocimientos, el último, y uno de los que más ilusión le hace, es el Premio Princesa de Asturias a la Concordia.
Tras saber que había conseguido este premio, José Andrés dijo en Twitter que «Cuando fundamos @WCkitchen soñé un mundo donde un plato caliente de comida llevara alimento, esperanza y empatía en tiempos difíciles… Hoy me siento honrado de ser reconocidos con este premio. No es para mi, sino para todos los que lo hacen posible. Nunca dejaremos de cocinar!».
Él, además, confiesa no ser amante de los discursos, sino de los actos, y recuerda que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijan para 2030 el fin de la pobreza. No obstante, «para conseguirlo hay que actuar desde ya desde todos los organismos, instituciones… porque sino luego será 2040, 2050…».
Pero este no es el único reconocimiento que ha recibido el chef José Andrés. De este modo, fue nombrado en la lista de “Las 100 personas más influyentes” por la revista Time en 2012 y 2018, premiado como “Chef excepcional” y “Humanitario del año”por la fundación James Beard, José Andrés y hasta fue nominado para el Nobel de la Paz. Su labor ha sido reflejada en medios de comunicación de todo el mundo y en documentales como Cocina frente a la pandemia, de RTVE.
Una ONG creada en 2010 tras el Huracán María
En 2010, Andrés creó World Central Kitchen, un ONG que provee soluciones inteligentes para acabar con el hambre y pobreza, usando el poder de la comida para reanimar comunidades y fortalecer economías. Principalmente, su equipo sirvió más de 3’6 millones de comidas a personas de Puerto Rico después del Huracán María. Una de sus primeras actuaciones internacionales fue en 2012 Haítí, donde acudió junto a la ONG CESAL. Una colaboración que entre WCK y CESAL que continúa activa en la actualidad y que se ha fortalecido incluso durante la pandemia.
En España, por ejemplo, #ChefsForSpain de WCK ha servido más de 1.500.000 comidas en Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, A Coruña, Sevilla, Cádiz, Huelva, Jaén, Málaga, Sevilla, Jaén, A Coruña y Cádiz. El equipo está cocinando desde 15 cocinas diferentes con la ayuda de más de 100 chefs y 4.500 voluntarios.
Su labor y su compromiso con los más necesitados también le ha acarreado críticas y enemistades, una de ellas con Donald Trump. José Andrés ha recordado en varias ocasiones que «he sido un inmigrante toda mi vida», y afirma, sobre Trump que «no puedo abrir un restaurante en un hotel donde el propietario degrada a los inmigrantes».
Actualmente, el chef José Andrés cuenta con 30 restaurantes, con más de 3.000 trabajadores. Entre ellos destaca el restaurante Minibar es el más importante de todos, con dos estrellas Michelin. Aunque su mayor labor, la que alimenta a más personas y cambia más vidas es la que ofrece a través de su ong World Central Kitchen.
