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La pobreza energética no descansa en vacaciones

Por: Gerard S. Ferrando

Después de varias semanas en que hemos estado pendientes de medallas y récords en los Juegos Olímpicos de Tokio, con resultados no demasiado buenos para España comparándonos con otros países europeos, en lo que sí logramos récords absolutos este verano es en el precio de la luz. Ante una nueva ola de calor, cada día nos despertamos con la noticia de que el precio de la luz volverá a marcar una cifra por kilowatio más cara que nunca. Una situación que, como ocurre en invierno con la calefacción, hace que muchas personas no puedan permitirse el lujo de encender el aire acondicionado o, ni siquiera, un ventilador. Es la conocida como «pobreza energética» que llega cada vez a más hogares, más aún tras año y medio de pandemia con las consecuencias económicas y emocionales que esta ocasiona.

Mientras tanto, los políticos se dedican a acusarse unos a otros. Los que están en el poder hacen promesas «vacías» de soluciones futuras los de la oposición, que tampoco tomaron medidas efectivas cuando les tocó gobernar, reclaman dimisiones y acciones contundentes. A todo eso, España sigue siendo uno de los países europeos que menos aprovecha las energías limpias y alternativas, a pesar de ser uno de los que más horas de sol acumula año tras año.

Nuevos vientos que llegan desde la vieja Europa

En muchos hogares el ventilador es la única forma de combatir las altas temperaturas, y en ocasiones ni eso. Foto: G.S.

Ahora, parece que los nuevos vientos que llegan desde la vieja Europa hablan de apostar por la energía solar, pero no hace tanto se impuso un insultante «impuesto al sol» que arruinó a mucha gente y que disuadió a tantos otros de invertir en este tipo de energías ya fuera en sus casas, en sus negocios o incluso en sus abandonados campos.

Soluciones que no solo resultan más económicas y podrían ayudar a combatir la pobreza energética, sino que también son más respetuosas con nuestro planeta y nos ayudarían a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de 2030. Pero, para que sea así es necesario que la clase política tome medidas urgentes y de verdad. También sería conveniente que la ciudadanía no se limite a engullir informativos y a mostrar su indignación en las redes sociales, sino que saliera a la calle a exigir y reclamar sus derechos.

El papel de las ONGD para combatir la pobreza energética

De momento, algunas ONGD se están conviertiendo en el auténtico colchón de salvación para cada vez más cantidad de personas y familias. Son ellas las que llevan a cabo repartos de comida, donaciones para pagar recibos básicos como la luz, el gas o el agua, o actúan de intermediarios ante instituciones públicas y privadas, empresas… para tratar de encontrar solución a las familias más necesitadas.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que las condiciones del ambiente del hogar influyen directamente en nuestra salud. En 2018 lanzaron unas directrices sobre vivienda y salud en las que advertían que, «las altas temperaturas interiores pueden causar enfermedades y aumentar la mortalidad por causas cardiovasculares».

El autoconsumo energético es una solución que va cobrando fuerza.

El Gobierno de España hizo una reducción en el IVA de la luz del 21 al 10 % para los consumidores vulnerables. Pero para FACUA es «insuficiente» porque considerna que «es una medida temporal y además, como vemos en momentos como este, no soluciona el problema”.

Por otra parte, y ante la presión de diferentes ONGD y plataformas como la que reclama un nuevo modelo energético, el Gobierno aprobó la semana pasada ampliar la moratoria para los cortes de suministros de hogares vulnerables, que iba a acabar el 9 de agosto. De este modo, el Consejo de Ministros aprobó la prórroga hasta el próximo 31 de octubre del escudo social, que incluye la suspensión de los desahucios sin alternativa habitacional para familias vulnerables, la moratoria en el pago de alquileres y la prohibición de cortes de luz, agua y gas.

Entre estas ONG y plataformas sociales que luchan contra la pobreza energética se encuentran las siguientes:

Energía Justa. Una red de personas voluntarias

Energía Justa es una red de personas voluntarias comprometidas con la lucha contra la pobreza energética y sus efectos y consecuencias en la salud, economía y bienestar de las personas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad social. Su compromiso radica «en la defensa del derecho a la energía y los suministros básicos para todas las personas».

Energía Sin Fronteras. Suministrar energía a los más necesitados

Energía Sin Fronteras es una ONG de Desarrollo constituida en 2003 a iniciativa de un grupo de profesionales del sector energético concienciados con la erradicación de la pobreza extrema y el hambre en el mundo. Su objetivo de suministrar energía, agua y servicios de saneamiento a comunidades rurales aisladas de países en vías de desarrollo, «convencidos de que son componentes esenciales para el desarrollo y el progreso de los pueblos», argumentan.

Su misión es «contribuir, en línea con los ODS de la Agenda 2030, a mejorar la calidad de vida de personas y comunidades desfavorecidas, facilitando el acceso a servicios de energía moderna, agua potable y saneamiento, de forma segura y sostenible a quienes no los tienen o los tienen de forma precaria o inasequible».

Ayuda en Acción y su programa «Aquí también»

Desde Ayuda en Acción alertan de que «la pobreza energética en España afecta a 5,1 millones de personas, quienes tienen dificultades para mantener su vivienda a una temperatura adecuada». Y resaltan que 3,2 millones de personas en nuestro país retrasan el pago de facturas de la vivienda.

A través de su programa Aquí también en Ayuda en Acción apoyamos a niños y familias que se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social en nuestro país. No se trata de una ayuda directa para que las familias paguen sus facturas energéticas -ya que se canalizan a través de becas comedor de material escolar o actividades extraescolares-, pero sí resulta un apoyo vital para la economía familiar.

Plataforma por un nuevo modelo energético

Desde la plataforma por un nuevo modelo energético, que aglutina a 473 organizaciones, trabajan  por un modelo energético más justo socialmente y sostenible ambientalmente, basado en las renovables, el ahorro, la eficiencia y la soberanía energética.

Juventud por el Clima (Fridays For Future España)

Por su parte, desde Juventud por el Clima, la plataforma de Fridays For Future en España, reclaman a los gobiernos de todo el mundo que pasen de las palabras y las buenas intenciones, a los hechos. «Activistas de todo el mundo y del Estado español nos unimos para denunciar la inacción de nuestros gobiernos frente a la Emergencia Climática», aseguran. Y agregan que «las jóvenes volvemos a las calles empujadas por la urgencia de la situación. Es imposible obviar que la crisis climática ya está aquí, y ya la estamos sufriendo. El 2020 ha sido el segundo año más cálido jamás registrado».

Fridays For Future es un creciente movimiento internacional principalmente estudiantil que se manifiesta para reclamar acción contra el calentamiento global y el cambio climático. El movimiento cobró fuerza cuando la activista sueca Greta Thunberg empezó a manifestarse frente al Parlamento Sueco, durante agosto de 2018.

Amigos de la Tierra. Otro camino es posible

Otra de las organizaciones que lucha para combatir la emergencia climática y, por tanto, la pobreza energética, es Amigos de la Tierra. Son una asociación ecologista sin ánimo de lucro con la misión de fomentar un cambio local y global hacia una sociedad respetuosa con el medio ambiente, justa y solidaria. «Somos un grupo de personas que defendemos la justicia social y ambiental; creemos firmemente que el centro de las políticas han de ser las personas y La Tierra. Así, denunciamos y presionamos a empresas y administraciones, a la vez que proponemos diversas soluciones para lograr un mundo más justo», explican.

Ellos también ayudan a crear comunidades energéticas más responsables y sostenibles.

Som Energía, una cooperativa de consumo energético

Otra forma de combatir los altos precios y las exigencias e imposiciones de las grandes hidroeléctricas es credar cooperativas de consumo energético. Una de ellas es Som Energía. Como ellos mismos indican: «Nuestras principales actividades son la comercialización y producción de energía de origen renovable. Estamos comprometidos a impulsar un cambio del modelo energético actual para conseguir un modelo 100% renovable».

 

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