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Érase una vez… Iqbal, un niño esclavo que dijo “basta”

Por: Gerard Sánchez | Fotografías de Alberto Pla

Os voy a contar una historia: Érase una vez, en un lejano país llamado Pakistán, vivía un niño de tan solo cuatro años de edad llamado Iqbal Masih. Él era un niño como cualquier otro de su edad, estaba en ese momento de explosión lingüística, de curiosidad hacia todo lo que le rodea. Sus mayores ansias eran jugar y divertirse con sus seres cercanos. No obstante, también como tantos otros, vivía en el seno de una familia muy pobre. Tanto es así que su padre, ante la necesidad que le acuciaba y ante el compromiso de tener que pagar la boda de su hijo mayor, decidió cederlo a una fábrica de alfombras a cambio de conseguir un préstamo. En principio, debía trabajar allí tan solo hasta que el padre devolviera la deuda, la cual era descontada mensualmente de una parte del salario de Iqbal. No obstante, los elevados intereses, unidos a la necesidad de nuevos préstamos, ocasionaban que la deuda, lejos de disminuir, no parara de aumentar, por lo que Iqbal, a pesar de que trabajaba más de 12 horas al día, cada vez tenía menos opciones de abandonar su trabajo forzado en la fábrica de alfombras. Después de cinco años de duro trabajo y también de malos tratos, golpes y malnutrición, un activista contra la esclavitud infantil, Ullah Khan, se cruzó en el camino de Iqbal y le hizo perder el miedo. Se fugó de la fábrica y empezó a denunciar su situación, y la de tantos otros, apoyado por el Frente de liberación del trabajo forzado, que había sido fundado por Khan. Iqbal contaba tan solo con 10 años de edad, pero se convirtió en todo un referente de esta lucha en su país y en muchos otros a través de entrevistas en televisión en las que siempre decía “¡No compren alfombras! ¡Son confeccionadas por niños!”. Su vida, por fin, empezaba a cambiar, pero su activismo, su despertar, su denuncia ante una práctica que sigue todavía muy vigente en muchos lugares, era demasiado incómoda para ciertas personas y en 1995, cuando tan solo contaba con 12 años, fue asesinado de un disparo cobarde y anónimo mientras andaba, plácidamente en un día de pascua, con su bicicleta.

¿Conocían esta historia? Tal vez no, pero, al contrario que ocurre con muchas otras similares, no fue relegada al olvido, sino que sirvió de inspiración para que diversas ONG promovieran, en su honor, en el año 1997, que cada 16 de abril se conmemorara el Día Internacional contra la Esclavitud Infantil. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), todavía existen en el mundo unos 5,7 millones de niños y niñas esclavos.  Además, la OIT añade que unos 168 millones de niños son víctimas de trabajo infantil, de los cuales unos 85 millones sufren las peores formas de trabajo infantil, que internacionalmente se definen como esclavitud, trata de personas, servidumbre por deudas y otras formas de trabajo forzoso, reclutamiento forzoso de niños para utilizarlos en conflictos armados, prostitución y pornografía, y otras actividades ilícitas y que están recogidas en el Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm. 182) de la OIT.

La importancia de la educación contra la esclavitud infantil

En estos tiempos de confinamiento obligado, cuando los niños de nuestras escuelas en occidente han dejado de ir al colegio de forma temporal y los padres han asumido un rol de educadores al que muchos no estaban acostumbrados, tal vez se han empezado a dar cuenta de lo compleja y a la vez esencial que resulta la labor de los docentes para el desarrollo de los menores de edad. No obstante, en muchos otros lugares los niños y niñas no solo no van a la escuela, sino que se enfrentan a trabajos forzosos de todo tipo. De hecho, según la OIT, una tercera parte de los niños, entre 5 y 14 años, en trabajo infantil está fuera del sistema escolar.

Un niño trabaja en un taller mecánico en la comunidad de Rajeev Nagar, (Estado de Gurgaon), India. Fotografía: Alberto Pla

La educación es imprescindible y fundamental para que los niños y niñas tengan otras opciones, puedan salir del círculo vicioso en el que viven y tengan algo tan fundamental como es la esperanza y los sueños de una vida diferente a la que han visto reproducirse, generación tras generación, en sus familias y sus entornos más cercanos. A lo largo de nuestra trayectoria y trabajo con diversas ONG en varios países del mundo lo hemos comprobado en situaciones como la que reflejamos en corto documental Aulas para la libertad, que producimos para ESMABAMA y PROYDE, en Mozambique, un país que vivió 15 años de guerra de 1977 a 1992.

 

Cabe distinguir, pese a todo, el trabajo infantil, que en España, prácticamente, ya no contemplamos, pero que no era tan infrecuente hace tan solo unas décadas, de la esclavitud infantil. El primero, por muy duro o deleznable que pueda parecer, resulta, en ciertas ocasiones, indispensable para muchas familias que con el trabajo, durante algunas horas al día de sus hijos, logran salir adelante y consiguen también recursos para que los propios menores estudien y puedan tener un futuro mejor. Lo hemos visto con nuestros propios ojos en países como Guatemala, El Salvador o, más recientemente, en Etiopía. Estos niños y niñas que cuidan de las vacas, que colaboran en alguna pequeña tienda doméstica, que ayudan en el campo, o que se encargan de ir a buscar agua a los pozos, en muchos casos también van al colegio, pero, lo que es más importante, cuentan con el apoyo, la cercanía y el cariño de sus padres y sus familias. Algo que, por el contrario, no suele suceder con los niños esclavos que son víctimas de trata sexual, que se ven obligados a luchar en guerras o que son cedidos o donados a otras personas como ocurrió con Iqbal.

En un mundo ideal, el trabajo infantil no existiría, por supuesto, y para tratar de disminuirlo existen todo tipo de proyectos tanto por parte de los organismos públicos como privados, o por parte de ong y organismos multilaterales que ofrecen alternativas a las familias ya sea en forma de mejores trabajos para los padres, de ayudas directas para que los niños dejen de trabajar, de campañas de fomento del estudio… estos niños y niñas, dentro de su difícil situación, tienen ciertas opciones de que su situación y la de sus familias, pueda cambiar. Pero una vez que el niño o la niña en cuestión es víctima de trata, cuando pasa a sufrir todo tipo de abusos, cuando se lo desarraiga de su entorno cercano para explotarlo y esclavizarlo, desgraciadamente, la vuelta atrás ya no es posible, y cuando lo es lleva consigo todo tipo de secuelas y traumas que suelen ser de por vida.

¿Se acuerdan de Ullah Khan?, que ayudó a Iqbal en su denuncia contra la esclavitud infantil. Pasó en varias ocasiones por la cárcel en su país, sufrió varios intentos de asesinato y hoy sigue denunciando esta situación, aunque lo hace desde su exilio forzoso en Suecia. Allí fundó otra organización, Marcha Global, desde la que lucha para acabar con la explotación infantil y fomentar la educación. Su lucha, desde la distancia, ha conseguido clausurar varias empresas en Pakistán con la liberación de cientos de menores. Muchos Iqbal han dejado de serlo gracias a él y al compromiso y esfuerzo de otras personas que, en todo el mundo, luchan contra la esclavitud infantil.

Campañas contra la esclavitud infantil

Actualmente, existen diversas campañas en el mundo para luchar contra la esclavitud infantil. Incluso hoy, desde el confinamiento en tu hogar, puedes informarte sobre ellas y apoyarlas de muy diversas maneras, luchando así contra una lacra como la esclavitud que muchos consideran ya abolida pero que, en pleno siglo XXI sigue afectando a muchas personas, entre ellas, las más vulnerables como son las niñas y niños.

Campaña de Unicef: “The escape room. El primer escape room del que no se puede escapar”.

https://www.unicef.es/theunescaperoom

 

Campaña de Ayuda en Acción contra la trata infantil

https://ayudaenaccion.org/ong/colabora/trata-infantil/

Campaña de protección de la infancia de Educo

https://www.educo.org/QUE-HACEMOS/Proteccion-Infantil

Link a la web de la Federación de Asociaciones para la prevención del maltrato infantil

https://www.fapmi.es/

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