Por: Gerard S. Ferrando
La ya tristemente conocida como «Guerra de Ucrania» ha vuelto a hacer saltar todas las alarmas no solo en Europa, sino en todo el mundo. La palabra «Tercera Guerra Mundial», que tanto miedo da de solo pronunciarla, empieza a escucharse, afortunadamente, con timidez porque, por fortuna, y esperemos que siga siendo así, vivimos en un escenario internacional muy diferente al que desembocó en la Primera y Segunda Guerra Mundial. Contiendas brutales marcadas, la primera por el colonialismo o postcolonialismo y, la segunda, por el auge de los regímenes totalitarios.
Ahora, una vez más, las balas, la sinrazón, los odios y la falta de entendimiento y diplomacia amenaza la estabilidad de una región muy castigada en diferentes momentos de la historia. Los ríos de refugiados, las colas en supermercados, bancos, gasolineras, los gritos de dolor, la desesperanza y el miedo se vuelven protagonistas en un país como Ucrania que vivió episodios tan duros en el pasado reciente como el estallido del reactor de la Central Nuclear de Chernobil.
La Fundación Juntos por la vida pide ayuda para acoger a niños y niñas ucranianos
Una catástrofe que sigue generando consecuencias y cuyos descendientes, los niños y niñas de esta zona, pero también de otras, llegan cada verano a España de la mano de organizaciones como la Fundación Juntos por la Vida. Precisamente, desde esta entidad valenciana han reclamado ya ayuda para acoger a estos niños y niñas, las principales víctimas y las más vulnerables cuando salta cualquier conflicto.
Los responsables de la Fundación en Ucrania y España están en constante comunicación con las contrapartes y fuerzas armadas ucranianas y con las instituciones pertinentes (consulado, subdelegación de gobierno) para poder realizar cuanto antes la evacuación de niños y niñas de esa zona hasta Valencia para ser acogidos por familias.
«Por el momento no tenemos fechas ni número de personas a evacuar. Nos encontramos con carreteras cortadas y falta de comunicaciones constante, lo que dificulta cualquier acción», aseguran.
Concentración el sábado en Valencia
Desde la Coordinadora Valenciana de ONGD (CVONGD) piden a la ciudadanía valenciana que se una a la «concentración por la paz» que han convocado, junto a otros movimientos sociales, este sábado 26 de febrero a las 18 h en la Plaza de la Virgen de Valencia.
«También, si eres una asociación entidad social, sindicato, universidad o centro educativo puedes unirte a este MANIFIESTO«, agregan.
En la misma línea, la coordinadora estatal de ONGD convoca varias concentraciones en diferentes puntos de España y insta «al cese inmediato del conflicto desatado en Ucrania. Llamamos a todas las partes implicadas a retirar sus tropas de la zona, garantizar la desmilitarización y proponer soluciones a las causas que han generado este conflicto». También se solidarizan «con las personas que sufrirán directamente las graves consecuencias de la guerra. Los derechos humanos y la seguridad de las personas deben situarse en el centro de cualquier propuesta que se realice en este momento». Y reclaman que «la comunidad internacional debe asumir su responsabilidad y contribuir al fin de esta situación de forma pacífica. España también».
De hecho, este mismo jueves ya se han concentrado centenares de personas ante la Embajada de Rusia en Madrid para reclamar el fin de las hostilidades bélicas.
Unicef reclama que se protega a los niños y niñas
Desde Unicef lamentan que «la dramática evolución de la crisis en Ucrania pone en riesgo a 7,5 millones de niños.
Pedimos alto el fuego inmediato, que no se ataquen sistemas de agua y saneamiento ni instalaciones sanitarias ni escuelas y, sobre todo, que niñas y niños sean protegidos de cualquier daño».
Pero alertan de que «en los últimos días, se dañaron instalaciones educativas e infraestructura importante de aprovisionamiento de agua por culpa del fuego de armas pesadas a lo largo de la línea de contacto (que separa las zonas controladas de las no controladas por el gobierno)».
Otra entidad que trabaja con la infancia como Educo indica que «lamentamos profundamente el inicio de la intervención militar en Ucrania. La infancia es el colectivo que más sufre los conflictos. Pedimos su protección».
Una nueva crisis de refugiados en Europa
Una de las primeras consecuencias de esta guerra son ya los ríos de refugiados que buscan alcanzar otros países. La UE ya ha dicho que serán bien recibidos, algo que, por cierto, no ha ocurrido igual con otras guerras recientes. Desde Acnur auguran que «las consecuencias humanitarias para la población civil serán devastadoras. ACNUR está en Ucrania y en los países vecinos trabajando con autoridades, ONU y ONG, listo para ofrecer asistencia humanitaria».
Por su parte, Aministía Internacional critica que «los ataques deliberados contra personas y bienes civiles, y los ataques indiscriminados que matan o hieren a civiles, constituyen crímenes de guerra. Se deben proteger las vidas. NO deben utilizarse armas prohibidas. ¡Prioricen a la humanidad!».
“Nuestros peores temores se han hecho realidad. Tras semanas de escalada, ha dado comienzo una invasión rusa que probablemente tendrá espantosas consecuencias para los derechos humanos y las vidas de las personas”, ha manifestado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.