Por: Gerard Sánchez
El Día Internacional de la Mujer Indígena, que se celebra este sábado, día 5 de septiembre, fue el elegido por el ayuntamiento de Valencia para inaugurar oficialmente el Jardí de Berta Cáceres. Un homenaje permanente a esta destacada líder indígena campesina hondureña que fue asesinada de forma cobarde y cruel la medianoche del 2 y 3 de marzo de 2016, mientras dormía en su casa en La Esperanza. Un asesinato que prentedía silenciar y castigar sus denuncias sobre el acoso y la persecución a las tribus indígenas así como el robo de sus tierras ancestrales por parte de el gobierno de Honduras, y la venta de la tierra y recursos naturales de este país centroamericano.
El acto de inauguración de este jardín, ubicado en la confluencia de las calles Rubén Darío y Palancia, próximo a la plaza Xúquer y también a la Plaza de Honduras, iba a contar con la presencia de ONG defensoras de derechos humanos, asociaciones vecinales y medioambientales, pero fue pospuesto sin una fecha definida debido a la pandemia originada por el Covid-19. No obstante, desde el consistorio sí quisieron hacer en este día tan especial un acto simbólico. De este modo, el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, y la concejala de Cooperación al Desarrollo y Migración, Maite Ibáñez, inauguraron esta nueva denominación del Jardín Berta Cáceres.
El Pleno del Ayuntamiento de Valencia del pasado 30 de julio aprobó ponerle el nombre Berta Cáceres a este jardín que carecía de denominación, a propuesta de la Comisión Permanente del Consejo Municipal de Cooperación, para reconocer su gran labor y la de las personas activistas que luchan por la defensa del medio ambiente y los derechos humanos.
Una luchadora por el pueblo lenca, la mayor etnia indígena de Honduras
Berta Cáceres fue una reconocida líder indígena lenca, feminista y activista del medio ambiente, asesinada en Honduras. Cofundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) para luchar por los derechos del pueblo lenca, la mayor etnia indígena de Honduras. En abril de 2015, esa lucha le valió el Premio Medioambiental Goldman, el máximo reconocimiento mundial para activistas de medio ambiente.
La defensa de la naturaleza es parte del ADN de Cáceres y está enraizada en la identidad lenca. Fue asesinada el 2 de marzo de 2016 en Honduras, después de años de haber recibido amenazas contra su vida, en pleno proceso de lucha por la defensa del territorio, frente a la explotación de los recursos naturales de esa zona por parte de una empresa hidroeléctrica. La persecución de los defensores del medio ambiente es habitual en países donde empresas transnacionales extractivas, hidroeléctricas o del sector agroindustrial tienen intereses. De hecho, Honduras está considerado como el país más peligroso para los defensores del medio ambiente.
«Queremos visibilizar la labor de los ambientalistas que pierden la vida asesinados, mayoritariamente en América Latina». Maite Ibáñez: Concejala de Cooperación.
Por todo ello, el Ayuntamiento de València propuso homenajear a esta “mujer luchadora, tanto por su activismo por la defensa del medio ambiente como por los derechos humanos”, explicaba Maite Ibáñez, quién reconocía que “queremos visibilizar la labor de los ambientalistas que pierden la vida asesinados, mayoritariamente en América Latina”.
«Esta es una muestra de respeto hacia todas las personas que se dejan la piel, incluso la vida, para que tengamos un planeta mejor». Sergi Campillo. Vicealcalde de Valencia
Por su parte, el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, destacaba que “con este gesto queremos honrar su memoria y honrar también a todas las activistas a nivel mundial que trabajan en la defensa del medio ambiente, en este caso coincidiendo con la conmemoración del Día de la Mujer Indígena como Berta Cáceres que estaba muy arraigada a la tierra y luchaba por mejorar su país, y por ello fue asesinada”. Según Campillo “esta es una muestra de respeto hacia todas las personas que se dejan la piel, incluso la vida, para que tengamos un planeta mejor”.
Un Día de la Mujer indígena marcado por el Covid-19
La Covid-19 y sus consecuencias están teniendo un gran impacto en las comunidades indígenas, especialmente, en lugares como Brasil, Colombia y otros puntos de latinoamérica, como así alertaban hace unos meses desde la Fundacíon Fontilles en un reportaje publicado por nuestra agencia.
Actualmente se calcula que solo en Latinoamérica existen alrededor de 522 pueblos indígenas y que en total la población sumaría 42 millones de personas. Uno de los continentes donde, precisamente, más se conmemora este Día Internacional de la mujer indígena.
Muchas organizaciones en todo el mundo conmemoran hoy este importante día en un año donde el Covid-19 también ha ocasionado que gran parte de estos actos y mensajes de reconocimiento, denuncia y reivindicación sean de forma online. Así lo ha hecho, por ejemplo, la Fundación Proclade que indica en Twitter que hoy es una «fecha para recordar la situación de injusticia, desprotección y vulnerabilidad en los pueblos indígenas en el mundo, y más aún en las mujeres». Y añade que «defendamos su poder cultural inestimable».
Unas mujeres indígenas que conmemoran su día este 5 de septiembre, precisamente, por la matanza y la tortura de una de ellas. Concretamente, el Día se instituyó durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América reunido en Tihuanacu, Bolivia, en 1983. Y se eligió este día porque el 5 de septiembre de 1782 fue violada, golpeada, torturada y ahorcada la líder indígena peruana Bartolina Sisa, esposa del caudillo Túpac Katari, con quién organizó la rebelión de los pueblos indígenas a través de los Andes.
#DiadelaMujerIndigena