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La valentía de ser enfermera en el año 2020 (y siempre)

Por: María Palau. Fotografías: María Palau y Alberto Pla

2020. El año en el que una pandemia nos paralizó y derribó el mundo que conocíamos. El año de la covid-19. 2020. El año en el que una explosión en el puerto de Beirut arrasó la capital libanesa, dejando más de 200 muertes, casi 7.000 heridos y numerosos desaparecidos. 2020. El año en el que un incendio devastó el campo de refugiados de Moria, sesgando los sueños de miles de personas que esperaban cruzar las puertas de occidente. 2020. Y también el año en que profesiones como la enfermería han evidenciado ser indispensables en todo momento y en cualquier lugar del mundo, especialmente, en aquellos más desfavorecidos.

La OMS declaró por primera vez este 2020 como el año oficial para el reconocimiento de la labor que realizan enfermeras y enfermeros de todo el mundo, coincidiendo con los dos siglos del nacimiento de Florence Nightingale (1820-1910). Considerada como una de las pioneras de la enfermería profesional moderna, fue creadora del primer modelo conceptual de enfermería, trabajó por convertir a la enfermería en una profesión respetable y viajó a la guerra de Crimea para poner en práctica sus conocimientos y ayudar a salvar vidas.

Banksy, el cotizado artista que nunca ha desvelado quién es, donó su última obra a un hospital inglés y en ella aparece una enfermera, manejada por un niño, como una superheroína.
Banksy, el cotizado artista que nunca ha desvelado quién es, donó su última obra a un hospital inglés y en ella aparece una enfermera, manejada por un niño, como una superheroína.

Una conferencia para poner en valor el trabajo de la enfermería

Para poner en valor el trabajo pasado y presente en el campo de la enfermería y recordar a los políticos y la sociedad la urgencia de fortalecer y blindar el sistema sanitario, se celebró la conferencia «Enfermería y catástrofes naturales. ¿Cómo ayudar?» enmarcada en el ciclo Actualidad organizado por el Museu de les Ciències.

Esta pandemia es “nuestra oportunidad de demostrarle al mundo lo que somos capaces de hacer en este tipo de situaciones”, comenzaba su intervención la ponente principal Mª José Rodríguez Navarro, supervisora enfermera de quirófano del Hospital Universitario La Fe. Presentada por Ana Arbona, supervisora de quirófanos del IVO y cooperante de la ONG Surg for all, advirtió que en 2030 se estima una falta de 6 millones de profesionales sanitarios en el mundo distribuidos de manera muy desigual.

Presentada por Ana Arbona, supervisora de quirófanos del IVO y cooperante de la ONG Surg for all
La conferencia ««Enfermería y catástrofes naturales. ¿Cómo ayudar?» estuvo presentada por Ana Arbona, supervisora de quirófanos del IVO y cooperante de la ONG Surg for all.

El año internacional de la enfermería coincide con el fin de la campaña Nursing now (2018-2020). El proyecto, que nace en 2016 a partir de la presentación en el Parlamento británico del informe Triple impact of nursing, fija tres objetivos sostenibles derivados del incremento en las inversiones en personal sanitario: mejorar la salud, promover la igualdad de género y fortalecer la economía.

Ébola, Sierra Leona (2015)

Mª José Rodríguez es también cooperante en la ONGD Intervención, Ayuda y Emergencia (IAE), dedicada principalmente a la localización y el rescate de víctimas en desastres con perros entrenados. Asimismo, también trabajan para ofrecer una asistencia sanitaria en países que carecen de ella, ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo.

Como enfermera de IAE, Rodríguez viajó en 2015 a Lunsar (Sierra Leona) para poner en marcha el hospital San Juan de Dios. En el contexto de la epidemia de ébola que asolaba al país, el hospital más grande había sido cerrado como consecuencia de la muerte de un gran número de sanitarios, entre los que se encontraba su director.

Los voluntarios de IAE reabrieron el centro sanitario clausurado y centraron su actuación en tres aspectos: la atención en consultas externas a pacientes con enfermedades diferentes al ébola, el seguimiento de las familias en cuarentena de las aldeas cercanas y la protección. Esta última, centrada en equipos médicos especializados y en la realización de triajes, fue fundamental para contener el virus.

La supervisora de quirófano del IVO cuenta las dificultades de muchas personas para pagar un tratamiento médico, “o incluso una simple radiografía”. Como cooperantes, “debemos ser conscientes de esta situación”. Recuerda, además, como muchos niños enfermos “llegaban ya muy pasados”. “Las mujeres en Sierra Leona tienen cuatro o cinco hijos de media, y no podían dejar de cuidar al resto para traer al niño enfermo al hospital”, lamenta.

Terremoto de Haití (2010-2011)

Poco más de 40 horas después del terremoto de Haití de 2010, los voluntarios de IAE ya habían aterrizado en el país y habían desplegado su equipo de localización y rescate. “A mí la vocación no me la va a quitar nadie, si suena el teléfono por un terremoto yo volveré a ir”, sentencia la enfermera al rememorar la que, para ella, fuera la experiencia de cooperación más impactante hasta la fecha.

«A mí la vocación no me la va a quitar nadie, si suena el teléfono por un terremoto yo volveré a ir». María José Rodríguez, enfermera y cooperante de IAE.

En marzo de 2010, algunos miembros del equipo regresaron al país para realizar una segunda intervención. Esta vez centrada en el reparto de alimentos y agua potable para las personas que se encontraban en unos campamentos provisionales, que a día de hoy todavía no han desaparecido.

Dos niños juegan con un surtidor de agua en Haití. Fotografía: Alberto Pla
Dos niños juegan con un surtidor de agua en Haití. Fotografía: Alberto Pla

Para Mª José Rodríguez, la estancia entre junio y julio fue “la más complicada con diferencia”. Encargados entonces de proporcionar atención sanitaria a las personas que malvivían en los campos temporales, construyeron un “consultorio médico que se volaba con el viento”. Durante mes y medio, intentaron introducir medicamentos en el país. Aunque finalmente lo consiguieron, “la burocracia y la proliferación del mercado negro” dificultaron la operación.

En septiembre del año siguiente, realizaron la que sería su cuarta intervención en Haití: la construcción de un orfanato para acoger a menores que habían quedado huérfanos tras el terremoto. Un total de 38 niños y niñas recibían como mínimo una comida al día, optaban a atención psicológica y eran apartados de la posibilidad de convertirse en esclavos o víctimas de abusos sexuales.

Una situación devastadora en Haití que la Agencia Alberto Pla-Proyectos de Comunicación Social documentó con el proyecto El Corazón de Haití. Entre finales del mes de septiembre y noviembre de 2013, Alberto Pla documentó la labor que realiza la organización TECHO en Haití, que involucra alrededor de 200 voluntarios repartidos en varios proyectos educativos, sanitarios y agrícolas, entre otros. Un trabajo que posteriormente se mostró a la sociedad española con una emotiva exposición que recorrió varias ciudades de España.  E incluso llegó a exhibirse en Londres.

Fístula obstétrica, Liberia (2013-2019)

En colaboración con Mujeres por África, Mª José Rodríguez formó parte del proyecto Stop fístula como miembro de IAE. Así, colaboró en la formación de matronas y parteras en Monrovia (Liberia), y asistió el parto de múltiples jóvenes menores de 20 años, madres primerizas en su mayoría, expuestas al riesgo de sufrir una fístula obstétrica.

Dicha fístula obstétrica aparece como consecuencia de los partos detenidos y obstruidos que carecen de cualquier tipo de atención médica. Otra causa habitual son las agresiones sexuales. Rodríguez se refirió a las mujeres que padecen esta dolencia como “las verdaderas supervivientes”, pues, en algunos casos, “la madre podía pasarse hasta tres días dando a luz y era muy probable que muriera durante el parto”.

Entre 2 y 3,5 millones de mujeres conviven con una fístula obstétrica, según datos de las Naciones Unidas. Cada año se registran alrededor de 50.000 a 100.000 nuevos casos. La mayoría de estos en países africanos, donde a la enfermedad se le suma un componente de rechazo y repudio.

Documentales de nuestra agencia relacionados con la enfermería

En la Agencia Alberto Pla-Proyectos de Comunicación Social llevamos 10 años documentando todo tipo de realidades y problemáticas en diversos países del mundo. A lo largo de nuestra trayectoria hemos producido varios documentales y trabajdos audiovisuales donde las enfermeras tenían un papel determinante y clave para mejorar la vida no solo de personas afectadas por diferentes enfermedades, sino también de la población en general.

Entre ellos se encuentra, por ejemplo, la película documental «142 pulsaciones» producido para la Asociación CONI y cuya protagonista es Kimberly, una joven guatemalteca que logró estudiar enfermería gracias a su esfuerzo y determinación, así como al apoyo de CONI. Esta película documental, de 30 minutos de duración, ya se puede visualizar completo en Youtube.

Asha. Historias de lepra y esperanza. Una película documental con las enfermeras indias como protagonistas

Otro proyecto apasionante es el que llevamos a cabo con la Fundación Fontilles en India en 2019 con la grabación y posterior emisión y difusión de la película documental «Asha. Historias de lepra y esperanza». Un trabajo que pone en valor la lucha contra el estigma, la pobreza y la enfermedad de las personas y especialmente las mujeres que sufren lepra. En la cinta, las enfermeras, conocidas allí como «ashas» tienen un papel muy importante, como lo tienen en esas comunidades, sobre todo las más rurales, donde muchas otras personas, sencillamente, no llegan.

Este documental se estrenó el pasado 29 de enero en Ruzafa Studio y se ha exhibido ya en diferentes lugares. Actualmente se encuentra ahora en el círculo de festivales, donde ya ha recibido tres nominaciones, entre ellas una internacional en México, por lo que todavía no se puede ver de forma online. Os dejamos el tráiler.

 

Próximamente, el estreno de nuestro documental en Etiopía

Por otra parte, en marzo de este año, justo unos días antes de que se declarara el estado de alarma en España y se desatara la pandemia de Covid-19 en todo el mundo, un equipo de la Agencia Alberto-Pla, conformado por Alberto Pla, Yolanda Rodríguez y Gerard Sánchez se desplazaron a Etiopía, junto a la ONG MOSSOlidaria de Mari Olcina para visibilizar la necesaria labor que lleva a cabo esta y también la Comunidad Misionera San Pablo Apóstol (MCSPA) tanto para promover la educación y la sustentabilidad de muchos niños y niñas y de sus familias, como para luchar por contribuir a la mejoría de su alimentación y de su desarrollo con la construcción de pozos de agua en pequeñas aldeas aisladas. Un documental que está previsto que vea la luz a finales de diciembre de este año.

Mari Olcina, directora de la ONGD MOSSolidaria pesa a un bebé en la comunidad de Gimbichu, Etiopía. Fotografía: Alberto Pla.

 

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