Por: Gerard Sánchez. Fotos y videos: Agencia Alberto Pla
Ser perseguido, atemorizado o incluso asesinado por tus ideas, por tu forma de pensar, por lo que dices o incluso por lo que no dices o no apoyas abiertamente es, desgraciadamente, algo todavía muy común en nuestros días. Tendemos a pensar que eso ocurre en lugares lejanos, en países dictactoriales, en regímenes de «otros lugares» o de «otros tiempos», pero, nada más lejos de la realidad, España ha sido, y en cierta medida, aún es, un ejemplo de cómo el terrorismo puede marcar a una sociedad e influir en ella en todos los niveles.
Puede que las nuevas generaciones ya no lo sientan así, es probable incluso que alcancer a decir más bien poco si se les pregunta qué era ETA, por qué surgió o por qué mataba, pero el anuncio de su desarme y disolución todavía están muy reciente en el tiempo —el anuncio de esta última fue en 2018– como lo son también las profundas heridas que generó y que todavía tratan de cicatrizar en tantas y tantas personas, sobre todo entre aquellas que fueron sus víctimas directas, pero también en las que no lo fueron e incluso entre sus victimarios y su entorno.
Muchas de estas heridas, consecuencias e incluso causas se pudieron ver y debatir hace unos días gracias al III Ciclo de Cine y Terrorismo que organizó la Fundación Profesor Manuel Broseta en Valencia, concretamente, en los cines ABC Park de la céntrica calle Roger de Lauria, pero también, y como novedad este año, de forma online por streaming.
«Más de 1.500 personas reprodujeron los videos lo que da una muestra del éxito de estas jornadas». Así se expresaba el presidente de la Fundación Broseta, Vicente Garrido quien añadía que «la acogida del público fue fantástica, contamos con una de las salas más grandes de los Abc Park con las limitaciones de la situación presente».
Por su parte, Iñaki Arteta, director de dos de los tres documentales que se exhibieron en esta edición como eran «Bajo el Silencio» y «Trece entre mil», ambos sobre el terrorismo de ETA, destacaba «el potencial del cine, cuando está bien hecho», para sensibilizar y valoraba especialmente la amplia presencia de público joven en las sesiones.
Dignificar a las víctimas del terrorismo»
La Fundación Profesor Manuel Broseta lleva desde 1992 difundiendo el ideario del profesor valenciano Manuel Broseta, asesinado por la banda terrorista ETA el 15 de enero de aquel año 1992 en que España se abría al mundo como un país moderno y cosmopolita con la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona o la Expo de Sevilla, pero donde esta banda terrorista seguía empeñada en mantener a su sociedad en las sombras, en el terror, en el miedo.
Broseta fue asesinado de una forma cobarde y vil, mientras se dirigía a hacer algo tan peligroso o amenazante como puede ser impartir clases en la universidad de Valencia donde era catedrático de Derecho Mercantil de la Facultad de Derecho desde 1964. Departamento que ahora lleva su nombre. Allí, en la calle de la Nave donde cayó abatido se erige ahora una columna que seguramente muchos estudiantes habrán visto hasta la saciedad pero tal vez no se hayan parado a pensar por un momento a quién va dedicada, qué sucedió allí y qué pasaba en aquella España no tan lejana, a pesar de ser ya del milenio pasado.
Por todo ello, y por mucho más, la fundación que lleva su nombre, como explica su presidente, «siempre lleva a cabo sus actividades para difundir su ideario y para dignificar a las víctimas del terrorismo. Cada acto que celebramos es un homenaje a las víctimas porque ha sido tal el terror y el sufrimiento que España ha tenido como consecuencia del terrorismo etarra que esto no se puede dejar pasar».
Un acercamiento al terrorismo yihadista
El III Ciclo de Cine y Terrorismo también sirvió para acercarse a otra dura y vigente realidad como es la del terrorismo yihadista. En este sentido, se exhibió, y se retransmitió online la película belga «el joven Ahmed«, ganadora del premio al mejor director, hermanos Dardenne, en el Festival de Cannes de 2019. Tras ella, hubo un debate con el experto en violencia y terrorismo del Instituto Elcano, Álvaro Vicente quien destacaba que «generar un espacio de reflexión, de sensibilización de la sociedad en relación a una problemática como es la readicaclización violenta que sigue afectando a nuestras sociedades democráticas, abiertas y plurales siempre es bienvenido y siempre es necesario».