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La “Hora del Planeta”, hoy, más importante que nunca

Por: Gerard Sánchez

“Apaga la luz, todo irá bien”. Este es el lema de este año de la “Hora del Planeta”, una iniciativa de WWF con alcance mundial y que en plena crisis mundial por el Covid-19 se readapta tanto en su mensaje como en las peticiones hacia la ciudadanía.  Una hora en la que se nos incita, cada año, a desenchufarnos de la red eléctrica para luchar contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad mundial. Pero en este 2020, cuando gran parte de la población permanece confinada en sus domicilios, las ventanas y balcones se han convertido, junto a las redes sociales y las aplicaciones de videollamadas colectivas, en los grandes zocos de socialización. Este sábado 28 de marzo, desde WWF nos piden, de nuevo, apagar las luces de nuestras casas, empresas y edificios oficiales de 20:30 a 21:30 horas, pero nos animan a encender otras; las de las linternas en nuestros balcones. Ese objeto, que permanecía oculto en los cajones, a la espera, tan solo, de algún apagón inesperado y que, como tantos otros como los relojes, las calculadoras o incluso las cámaras de fotos, había sido sustituido por el teléfono móvil, ha vuelto a la vida en esta pandemia global y se ha convertido en un símbolo de homenaje hacia las personas fallecidas y, también, en una forma de saludarse y mandarse ánimos de una fachada a otra. Personas que, aún viviendo muy cerca, tal vez nunca habían cruzado una palabra, ni siquiera un saludo, ahora se fortalecen mutuamente con un gesto tan básico como es el de salir a la ventana o al balcón y aplaudir o encender una linterna o una vela, siendo conscientes de que ese vecino o vecina, al que tal vez no conoces, está viviendo una circunstancia muy similar a la tuya.

En las grandes crisis y catástrofes es cuando la humanidad, paradójicamente se siente más unida y hasta más viva. Célebres eran las fiestas nocturnas durante las grandes batallas de la II Guerra Mundial, pues nadie sabía si, tal vez, aquella sería su última noche con vida. Ahora, salvando las distancias, este confinamiento obligado nos ha servido, o debería hacerlo, a apreciar de verdad el valor de un abrazo, de un beso, para saber que nuestro mayor tesoro es el cariño y el amor de otras personas y para ser conscientes de que todas y todos, sea cual sea nuestra condición social, podemos ponernos en la piel de los demás y tratar de colaborar, desde nuestras posibilidades, para aliviar su sufrimiento.

La Madre Tierra pide un cambio de modelo para el planeta

Como decía la Madre Tierra en una conferencia que dio en la ciudad de Valencia pocos días antes de la manifestación de Pobresa Zero de 2019, convocada por la Coordinadora Valenciana de ONGD: “El cambio climático afecta a todas las personas, pero en especial a las poblaciones que dependen más de los recursos naturales, las comunidades rurales de los países empobrecidos, y dentro de ellas a las mujeres, que producen hasta el 80 % de los alimentos en estos países».

Manifestantes en 2019 en València manifestándose en contra de la pobreza y por el planeta. Fotografía: Juanjo Martín.

La Madre Tierra añadía una frase que hoy, cuando gran parte de la población se mantiene en sus hogares y reflexiona sobre cómo el mundo está interconectado, cobra aún más vigencia: “Necesitamos un cambio de modelo urgente y radical que no se base en la contaminación del planeta y la explotación sin límite de los recursos naturales, que minimice unos costes sociales de discriminación y exclusión que son insoportables”, recalcaba.

Como cada año, desde la Agencia Alberto Pla-Proyectos de Comunicación Social colaboramos en la manifestación de Pobresa Zero no solo acudiendo a la misma y documentándola con las fotografías de nuestro compañero Juanjo Martín, sino también elaborando el spot oficial de un minuto de duración que este año tenía como protagonistas a una niña y a una bola del mundo en forma de globo.

 

En nuestra trayectoria profesional hemos desarrollado diversos trabajos, en colaboración con varias ONGD, para concienciar sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y para mostrar también los efectos del cambio climático y las desigualdades sociales. Uno de ellos fue el documental “Un Sol para Dominicana”, que llevamos a cabo con la Fundación SOLCA en República Dominicana. Un trabajo que cuenta con cerca de medio millón de visualizaciones en Youtube y que, además, estuvo acompañado de una exposición fotográfica.

Podéis conocer el proyecto y también visualizar el documental completo en el siguiente link: UN SOL PARA DOMINICANA

Una bajada de contaminación nunca vista

En estos días de reclusión obligatoria, cuando nos quedamos en casa y las calles y carreteras están, prácticamente, desérticas de vehículos, las ciudades y nuestro ecosistema aprovechan para respirar a pleno pulmón. La contaminación en las grandes urbes ha descendido de forma generalizada, como así confirman las imágenes tomadas por el satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) durante los últimos cinco días. Según afirma, Clausa Zehner, jefe de la misión Copérnico Sentinel 5-P: “Nunca habíamos visto algo así en Europa”.

En una época en que las grandes ciudades como Madrid o Barcelona están aumentando las restricciones para el tráfico, sobre todo en sus centros urbanos, debido a las altas tasas de contaminación, se necesitan poco menos de cinco días de confinamiento para reducir las cifras atmosféricas de contaminación de una forma drástica. Pero, ¿aprenderemos algo de esta lección? ¿Seremos capaces de movernos de otro modo en nuestro día a día cuando todo esto pase? Es cierto que no depende solo de las acciones particulares de los ciudadanos de a pie, pero estos sí que pueden presionar a sus respectivos gobiernos para que apuesten más por el transporte público, por el fomento de la bicicleta y otros vehículos no contamimantes, por crear zonas peatonales…

¿Mantendríamos una reclusión por el planeta?

Y aquí cabe que nos hagamos otra reflexión. Desde hace años resultan evidentes los efectos nocivos del cambio climático y el calentamiento a nivel global. Se han lanzado campañas de todo tipo, como esta “Hora del Planeta”, se ha pedido la concienciación, el reciclaje, la búsqueda de alternativas a los combustibles fósiles y los cambios de actitudes en el consumo. Ahora, por nuestra salud, y por la del conjunto de la sociedad, se nos pide que nos quedemos en casa y la mayoría lo acatamos con mayor o menor resignación, pero con la sensación general de que es necesario y útil.

Pero, ¿nos hubiéramos quedado en casa si el motivo de la reclusión no hubiera sido por temor a contagiarnos, sino, simplemente, por algo tan básico, y tan vital, como es salvar el planeta, por reducir la contaminación y reflexionar sobre la necesidad de reordenar nuestra relación con la Madre Tierra?

La Madre Tierra ofrece una conferencia desde la plataforma Pobresa Zero en la Universidad Politécnica de València. Fotografía: Alberto Pla

Lamentablemente, la respuesta a esta pregunta, si somos realmente sinceros, sería “no”. Y ahí tenemos una clave de por qué esta “Hora del Planeta”, aunque solo sea un gesto, aunque no sirva para revertir la situación de sobrecontaminación mundial, sí es importante para pensar, para reflexionar, para concienciar a las nuevas generaciones. En definitiva, para buscar un cambio de paradigma que evite que en un futuro no muy lejano tengamos que quedarnos confinados en casa, no por un virus, sino porque el ambiente fuera sea, sencillamente, irrespirable. Ahora, cuando muchos nos ponemos mascarillas para salir de casa, nos viene a la mente la imagen de lugares como Pekín donde hace tiempo que se usan de forma cotidiana no solo para evitar contagiar o ser contagiados, sino, sencillamente, para respirar en medio de ciudades con niveles de polución intolerables. ¿Seremos capaces de reflexionar como sociedad y buscar soluciones para revertir la contaminación en todo el planeta? ¿O nos acostumbraremos a tener la mascarilla colgada en la entrada de casa para usarla cada vez que salgamos? ¿Daremos una lección de responsabilidad cuando lo que esté en juego, de verdad, no seas nuestras vidas particulares, sino la pervivencia de un planeta sano y perdurable para nosotros, para la naturaleza y para las próximas generaciones?

#QuédateEnCasa

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