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Reflexiones por un silencio permamente en los CIE

Por: Gerard Sánchez

El Centro de Internamientos (CIE) de Valencia, al igual que los otros siete que existen en España, permanece cerrado debido a la pandemia originada por el Covid-19. El silencio es el protagonista ahora allí, en el antiguo cuartel de la calle Zapadores. Un silencio que va en consonancia al de la realidad de lo que sucede, a diario, en estos centros en los que se encierra a personas por el solo hecho de no tener su situación administrativa en regla. A pesar de las múltiples denuncias que existen en relación a la vulneración de derechos básicos en este tipo de centros de internamiento, buena parte de la población todavía es ajena no solo a estas vulneraciones sino incluso a la existencia de los mismos.

No obstante, de tanto en tanto, los CIE saltan a la actualidad, normalmente por alguna de estas denuncias, pero también por otros casos más graves. Esto es lo que sucedió hace justo un año, el 15 de julio de 2019, cuando el joven marroquí Marouane Abouobaida se suicidó en el CIE de Zapadores de Valencia. Una muerte que, como denuncian desde la Campaña CIE NO supone “la última víctima de una larga lista de al menos 11 personas que perdieron la vida bajo la custodia del Estado en un Centro de Internamiento de Extranjeros”. Por ello, esta plataforma, integrada por asociaciones, ONG y sindicatos, reclama, en el primer aniversario del fallecimiento deMarouane, “el debido proceso de investigación, justicia y reparación negado en la totalidad de las causas anteriores; y el cierre inmediato y permanente de estos espacios, que permanecen vacíos desde el pasado 6 de mayo”.

En esta línea, desde la Agencia Alberto Pla-Proyectos de Comunicación Social, hemos recabado la opinión de algunas de las asociaciones que conforman esta plataforma como CEAR-PV, Médicos del Mundo, Intersindical Valenciana o la Associació de Veīns i Veīnes de Natzaret, e incluso la de partidos políticos como Compromís o EUPV para analizar la situación de estos CIE, ahora que permanecen cerrados y que no paran de aumentar las voces que reclaman que no se vuelvan a abrir.

Cada último martes de mes se lleva a cabo una concentración frente al CIE de Valenciapara reclamar su cierre. Fotos: Campaña CiE No

Un año del suicidio de Marourane en el CIE de Valencia

La Campaña por el cierre de los centros de internamiento para extranjeros (CIE No) publicó el pasado 15 de julio, coincidiendo con el primer aniversario de la muerte de Marouane, el informe “Cie de Zapadores, Sin derecho a tener derechos”. Un extenso documento, de 83 páginas, en el que se relata la situación de este centro, sus instalaciones y “atención infrahumanas”, así como las “principales violaciones a los derechos humanos” y también las campañas de denuncia, protesta y resistencia frente a la existencia de estos CIE.

En la nota de prensa adjunta, esta campaña denunciaba que “los CIE no solo han sido un lugar de muerte. Han supuesto, en sus 35 años de existencia, la vulneración de derechos fundamentales para miles de personas encerradas por la mera causa administrativa de estar en situación irregular, condenadas a un internamiento en condiciones injustas e indignas, y muchas veces ilegal, como en el caso de menores de edad, solicitantes de protección internacional o personas con enfermedades graves.

Homenaje a las puertas del CIE de Valencia tras el suicidio allí de Marouane el 15 de julio de 2020

También, agregan, “han significado un sufrimiento desproporcionado ante la amenaza –demasiadas veces cumplida– de romper proyectos de vida, toda vez que el encierro implica una ruptura de los procesos vitales y socioeconómicos de cada persona. Un extremo agravado en los casos en que se ha ejecutado su expulsión”.

«La pandemia nos ha brindado la oportunidad de comprobar que sin los CIE no se derrumba el modelo migratorio».

Ellos recalcan que, ahora que los CIE están cerrados, “la pandemia nos ha brindado la oportunidad de comprobar que sin los CIE no se derrumba el modelo migratorio. Cuantitativamente no son tan importantes y, por contra, son un símbolo que pone de manifiesto la dureza desproporcionada de nuestra legislación de extranjería”.

Y ponen en valor que, precisamente estas personas, “condenadas a vivir de forma irregular durante al menos tres años por las propias disposiciones de la Ley han sido fundamentales en el desarrollo de actividades esenciales para el funcionamiento de nuestra sociedad. La recogida de la fruta y las labores en el campo, el sector de los cuidados y del trabajo de hogar son solo una muestra de su aporte vital. Pero más importante aún, son nuestras vecinas y vecinos, con quienes compartimos nuestras vidas y espacios”.

Por todo ello aseveran que “nos sumamos a la campaña #RegularizacionYa que supondría comenzar a desmantelar esta situación profundamente injusta e insostenible”. Y exigen el cierre de estos CIE y otras medidas presentes en esta nota de prensa y en su informe “Cie de Zapadores, Sin derecho a tener derechos”.

El informe de Psicólogos Sin Fronteras sobre la muerte de Marouane

El informe “Sin Derecho a tener derechos” va acompañado de otro, de 17 páginas, elaborado por el área de migraciones de la ONG Psicólogos y Psicólogas Sin Fronteras bajo el título: “Reconstrucción del drama de Marouane Aboubaida vivido durante la reclusión en el CIE de Zapadores (Valencia) a partir de estudios e investigaciones psicológicas”. Un informe que se desarrolla en torno a diez momentos clave en los últimos momentos de la vida del joven Marouane:

1) el momento en que es interceptado en el mar.

2) cuando es trasladado al CIE de Valencia.

3) cuando, ya en el CIE, se le requisan la mayor parte de sus pertenencias y es renombrado como “317”.

4) cuando se ve obligado a permanecer allí contra su voluntad con las consecuencias psicológicas que eso supone y tiene que sufrir las deficientes “condiciones de habitabilidad dentro del CIE que, posiblemente, Marouane tuvo que sostener. La sobreocupación y demás condiciones del alojamiento (luz, agua, higiene, etc) han sido largo estudiadas en el campo dela psicología del trabajo y ergonomía”

5) cuando “es agredido por algunos internos en las duchas (lugar en el que no hay cámaras) y quizás estando él desvestido”.

6) el momento en que Marouane recibe atención sanitaria presumiblemente sin acceso a traductor/intérprete. “Ante tales hechos, podrían aparecer pensamientos de indefensión, incomprensión e incluso de fracaso; así como emociones de rabia, frustración, vergüenza y tristeza al intentar expresarse y ver que no se le comprende adecuadamente”.

7) “El momento en que Marouane vuelve de la atención hospitalaria y sigue conviviendo junto a sus agresores”.

8) El octavo acontecimiento destacable “es el momento en que Marouane es aislado del resto de personas, incluyendo sus agresores y quienes lo estaban sosteniendo y apoyando emocionalmente, nuevamente suponemos que los pensamientos y emociones de serían de frustración, desolación, fracaso, y temor, tristeza e ira respectivamente”.

9) “El momento en que Marouane vuelve a recibir atención sanitaria sin acceso a traductor/intérprete y por una persona distinta a la anterior”.

10) “El décimo acontecimiento destacable es el momento en que Marouane se quita la vida ahorcándose con su camiseta. En este punto, estamos hablando de la consumación de la ideación suicida porque seguramente ya habría perdido toda esperanza!”.

Sí, porque aunque siempre se dice que “la esperanza es lo último que se pierde”, no es así, porque cuando esta también falla la que se va, en muchas ocasiones, es la propia vida, como sucedió con Marouane al verse preso, agredido, solo e incomprendido en el CIE de Zapadores de Valencia.


Los partidos políticos y los representantes públicos no son ajenos a la problemática que generan los CIE y ya se han pronunciado en su contra desde diferentes partidos y ámbitos políticos. Una de las últimas manifestaciones políticas para reclamar su cierre definitivo se produjo el pasado 22 de junio cuando el alcalde de Valencia, Joan Ribó y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, enviaron una carta conjunta al Ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, en la que le solicitaban “cerrar los CIE” y “abrir paso a unas políticas de control migratorio más humanas y eficaces”. El propio Ribó compartía en su cuenta de Twitter la mencionada carta y agregaba que los CIE “ni sirven para controlar los flujos migratorios ni respetan los derechos humanos de los internos”. Por lo que agregaba que él y Ada Colau ofrecían su ayuda al gobierno de España para “poner fin a estas prácticas”.

El alcalde de Valencia Joan Ribó cerró simbólicamente el CIE en 2016.

En la misiva, Ribó y Colau, alcaldes de dos de las ocho ciudades de España que todavía cuentan con algún CIE, recordaban las denuncias que estos centros acumulan en los últimos años y citaban el informe del Defensor del Pueblo de 2019 en el que este “señalaba deficiencias en los CIE del Estado y denunciaba el internamiento de menores de edad, vulnerando los principios de interés superior del menor”. Ambos dirigentes políticos rememoraban también que ya en 2015 ambos ayuntamientos aprobaron sendas Declaraciones Institucionales “recogiendo posicionamientos muy mayoritarios por el cierre de los CIE”. Y aseveran que trabajan por construir “ciudades abiertas, mestizas y globales” en las que “no puede tener cabida el internamiento forzoso de personas extranjeras que no están allí por haber cometido un delito, sino por incurrir en una infracción administrativa, muchas veces precipitada por la pérdida de trabajo”.

Finalmente, incidían en que “ninguna persona es ilegal. Ser migrante no es un delito. En cambio, privar de libertad sin haber cometido ningún delito sí puede constituir una grave vulneración de los derechos humanos”.

CEAR PV asevera que causan un daño perfectamente evitable

Una de las organizaciones más activas en reclamar el cierre de los CIE a lo largo de los últimos años es la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR-PV). El responsable del área jurídica e incidencia de esta organización en Valencia, Jaume Durà, nos explica por qué creen que los CIE no deberían existir: “DeberÍan cerrarse porque son estructuras que privan la libertad deambulatoria entre otros a personas que no han cometido ningún delito, de manera que causan un mayor daño a estas personas que simplemente carecen de documentación regular en España, daño que es perfectamente evitable”. A lo que agrega que “son numerosos los casos de vulneraciones de derechos denunciadas en estos centros que se recogen en diferentes informes como el de la plataforma CIE No, SJM etc”.

«Cualquier persona que se preocupe por los derechos humanos tendría que estar preocupado por lo que sucede en los Centros de internamiento de extranjeros y debería de posicionarse en su contra».

Desde CEAR, como desde tantas otras organizaciones, defienden que tanto este como “cualquier otro momento seria importantes para su no reapertura y cierre definitivo”. Es más, para ellos “cualquier persona que se preocupe por los derechos humanos tendría que estar preocupado por lo que sucede en los Centros de internamiento de extranjeros y debería de posicionarse en su contra”. Finalmente, sobre el suicidio el año pasado de Mourane en el CIE de Valencia indica que “una atención médica preventiva siempre sirve para evitar o intentar evitar un daño mayor” y deriva al reciente informe, citado anteriormente, de la organización Psicólogos y Psicólogas sin Fronteras.

Metges del Món constata la vulneración del derecho a la salud, entre otros

Otra organización que pertenece a la Campaña CIE No es Metges del Món o Médicos del Mundo. Su presidenta en la Comunidad Valenciana y vocal de Cooperación Internacional, Ana María Pérez, reconoce que los CIE u otros centros similares “funcionan en todo el mundo, y su principal uso es el control migratorio. Son una medida que contempla la legislación para mantener a personas internadas antes de deportarlas (merced a una orden de expulsión)”. Pero lleva a cabo varias matizaciones: “Son una prisión en la que no se respetan derechos humanos básicos, incluso las prisiones tienen mucha mas legislación que las regula”.

También destaca que “está controlada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Las personas que están internas no han cometido delitos y por tanto deben tener otras medidas de control (en caso de que estén pendientes de orden de expulsión, que esta es tora cuestión). Existen otras formas de control judicial que no son el internamiento”.

Además, recalca que “muchas personas no son “deportables” por lo que las encierran en uno o varios CIE 60 hasta días (el máximo que permite la legislación vigente) y luego tienen que liberarlas, lo que se convierte en una forma gratuita de tortura”. Ella remarca que algunos CIE deportan al 29 % únicamente (existen múltiples informes que avalan esta situación). Por tanto, además de crueles, son ineficaces”, lamenta.

Una de las concentraciones frente a la puerta azul del CIE de Zapadores. Foto: Campaña CIE No.

Preguntada por si se respetan allí los derechos básicos, argumenta: “Claramente no, al menos no siempre. Hablamos des los derechos básicos, habitabilidad, salubridad, atención judicial, asesorameinto letrado, interpretación y traducción, social y sanitario. (De los temas de ocio y culturales, etc.. ni hablamos), resalta. Y agrega que “en cuanto al derecho a la atención sanitaria, existen casos de vulneraciones del derecho a la salud, constatados por entidades como MdM”.

«Es un buen momento para el cierre total de los CIE. Las acciones de las entidades que abogamos por el cierre de los CIE así lo exigimos».

Ella también defiende que ahora es un buen momento para que estos centro de internamiento de extranjeros no vuelvan a abrir: “Por supuesto que sí que es una buena oportunidad para ello. Las acciones de las entidades que abogamos por el cierre de los CIE así lo exigimos”. Ella explica que “los CIE son una pieza más del engranaje del estado para las deportaciones. Existen más elementos que garantizan al estado la expulsión, como los vuelos de deportación, expulsiones expres, expulsiones en caliente, etc…”.

Además, agrega, “las políticas del Ministerio del interior (que ahora parece que quiera regular a todos los migrantes) es una falacia, ya que está en consonancia con las políticas de FRONTEX (agencia europea de control de frontera) que abogan claramente por las deportaciones y la externalización de fronteras para mantener alejados a los migrantes irregulares”.

Intersindical valenciana reclama el cierre inmediato de los CIE

Desde el movimiento sindical también se aboga, claramente, por el cierre definitivo de los CIE. De este modo, el portavoz de Intersindical Valenciana, Vicent Mauri, se muestra muy claro a este respecto: “Los CIE son centros donde se priva de libertad y de los derechos más elementales a miles de personas por el solo hecho de estar en “situación irregular”. Estas personas sufren unas condiciones indignas, injustas y, en muchas ocasiones, ilegal, que produce daños irreparables, como el suicidio de Marouane Abouobaidaen en el CIE de Valencia. Por estos motivos hay que cerrarlos inmediatamente”.

«Estas personas sufren unas condiciones indignas, injustas y, en muchas ocasiones, ilegal, que produce daños irreparables, como el suicidio de Marouane».

Sobre la vulneración de derechos en los CIE, afirma: “Desde nuestro punto de vista, avalado por numerosos informes que ha elaborado la campaña CIES NO, así como otras organizaciones, se vulneran los derechos fundamentales de las personas que están encerradas”.

Y pide, como otras organizaciones, que no se reabran: “El cierre de estos centros es una reivindicación histórica del movimiento CIES No que tenía que haberse hecho hacen mucho tiempo, ahora se puede aprovechar la situación que estamos padeciendo para hacerlo de forma definitiva. No se puede entender que gobernando una coalición formada por el PSOE y Unidas Podemos no se haya procedido al cierre definitivo”, remarca.

Associació de Veīns i Veīnes de Natzaret: “Son una vergüenza y deben cerrarse”

Los vecinos y vecinas de la ciudad de València también toman partido a la hora de solicitar el cierre de los CIE. Así lo hacen, por ejemplo, desde la Associació de Veīns i Veīnes de Natzaret. Sus portavoces, Catalina y Damià Socias piden su clausura porque “son una vergüenza, encerrando a personas que no han cometido delito alguno más que querer encontrar una vida mejor huyendo de sus países por escapar de la pobreza, miseria, guerras y persecución. Además de ser unos centros ilegales por ir en contra los derechos humanos, mucho peores que las mismas cárceles y que encima no arreglan nada más que hacer sufrir a gente inocente”.

Ellos aseveran que allí los derechos humanos “no se respetan”. Y denuncian que «la policía responde de manera agresiva, empleando una celda pequeña golpeando a los internos para callarlos. Duchas de agua fría, orinar en botellas por la noche, entradas nocturnas de la Policía Nacional rompiendo el descanso y aumentando el miedo que se vive día y noche”. Y van más allá “los internos además de sufrir por el deterioro de sus instalaciones (agua helada o ardiendo, goteras, malos olores y suciedad) también por servicios deficientes, como comida escasa, asistencia sanitaria deficiente, chinches abundantes ya desde hace 3 años sin que se haga algo para remediarlo, etc”.

Cartel para conmemorar el primer aniversario de la muerte de Marouane en el CIE de Valencia.

Finalmente, valoran que “parece mentira que, en un país como España, donde hay tantas personas que defienden los derechos humanos y han luchado y por supuesto luchan por el cierre de estos Centros donde se recluyen personas sin delito alguno en condiciones inhumanas y sometidas en muchos casos a abusos y malos tratos, parece mentira que los gobiernos consientan tal escandaloso quebrantamiento de los derechos humanos de estos centros”. Por tanto, reclaman que “el cierre de estos centros debido a la pandemia, es una buena oportunidad para aprovecharla y así acabar de una vez por el cierre definitivo de estos escandalosos, ilegales y miserables CIE”.

EU Valencia: “Los CIE privan de libertad sin haber cometido ningún delito”

Desde la política, como indicábamos en la introducción de este reportaje, también se han dado múltiples manifestaciones a favor del cierre de los CIE desde diferentes partidos políticos. Uno de ellos es Esquerra Unida. Así, el responsable de políticas sociales de EU en Valencia CiudadArturo Peiró, asevera que “los CIE deberían cerrarse porque es una cárcel privativa de libertad y movimientos a personas que no han cometido ningún delito por el hecho solamente de no tener papeles. Además, esas cárceles, como el Cie de Zapadores de Valencia, no reúnen las medidas higiénicas ni de salubridad mínima para tener ahí a nadie confinado allí. Tienen los baños en las mismas celdas de los presos, eso es un nido de contaminación y de infección salvaje. Menos mal que ahora los han cerrado por la pandemia, los han mandado a casa porque eso era un nido de contagios”, resalta.

Una de las concentraciones de los últimos martes de cada mes frente al CIE de Zapadores. Foto: Francesc Calatayud.

Desde EU denuncian que “no se respetan los derechos humanos porque de entrada te privan de libertad sin haber cometido ningún delito y solo por el hecho de no llevar papeles. Te tienen ahí encerrado y aislado, con ningún derecho básico, aislado y detenido, con la única finalidad de cuándo puedan, deportarte a tu país de origen, desde el que has salido porque no tienes manera de subsistir. Cuando vienen aquí a buscarse la vida, encima le niegan el derecho a poder sobrevivir aquí”.

«Cuando no ha querido ir nadie, han tenido que echar mano de los sin papeles para que hicieran el trabajo, mientras nosotros estábamos en casa confinados”.

Por todo ello remarca que “una vez que se ha cerrado el CIE por el Covid-19, podemos aprovechar para que no se vuelva a abrir, haremos presión para eso y para que regularicen a estas personas migrantes que son las que han estado trabajando, les prometieron los papeles, esperemos que sea así. Son los que han estado trabajando en el campo recogiendo las frutas y verduras que después todos nos comemos. Cuando no ha querido ir nadie, han tenido que echar mano de los sin papeles para que hicieran el trabajo, mientras nosotros estábamos en casa confinados”.

En esta misma línea, el responsable de organización de EU en Valencia Ciudad, Francesc Calatayud, recalca que “las personas internas no tienen libertad de movimiento. Por lo tanto, si se priva de un derecho. Además, los testimonios recogidos por las ONG’s así lo corroboran y las denuncias al Defensor del Pueblo y organismos similares en comunidades autónomas son constantes. En cualquier caso, que te priven de tu libertad por no tener papeles ya es suficiente vulneración de los derechos humanos”. Él recuerda que “no tenemos que olvidar que migrar es un derecho, que tod@s somos o hemos sido migrantes y que ningún ser humano es ilegal”.

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